Una carrera intachable. Alba comenzó a jugar a jugar con ocho años, y es famosa por su presencia en el ataque y potencia de juego en la pista. Tras nueve años siendo jugadora profesional, Alba reconoce sentir mariposas por el pádel, una disciplina muy afín a su personalidad extrovertida. “El pádel es muy social y divertido, está al alcance de todos para poder practicarlo y pasar un buen rato con amigos.”
